Un paseo por Girona

Éste sábado estuve en Girona, tengo una amiga que es de por ahí y nos fuimos a visitarla y a pasar una bonita tarde por las autenticas calles de Girona.

Pero de repente, estábamos sentados en una terracita tomando algo, cuando se empezaron a escuchar a pocos metros de nosotros, los gritos de pelea de pájaros muy grandes. Parecían halcones o águilas en ataque. Sus gritos retumbaban la plaza. Toda la gente miraba hacia el cielo. Cuando una manada de pajaritos salió volando al instante ahuyentados por sus depredadores.

Mi amiga se echó a reír al ver nuestra cara de asombro. Se ve que esos gritos que habíamos escuchado de halcones y águilas eran los sonidos que emite un aparato electrónico que se coloca en la copa de lo árboles, con la misión de ahuyentar a las palomas y estorninos que ensucian las terrazas de los bares. Nos explicó que este mecanismo emite a través de megafonía, una serie de sonidos que imitan a los depredadores de las palomas, (halcones, águilas, búhos, lechuzas, etc). Y que tan pronto las palomas y los estorninos escuchan estos sonidos salen huyendo y no se acercan más por la zona.

Sin saberlo nos vimos envueltos en una situación muy curiosa que se repite a diario en Girona. Su casco antiguo se convierte, por unos segundos, en una selva tropical.